Presidente de la Sociedad Civil Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente.
Orestes del Castillo del Prado fue nombrado, en septiembre del 2005, presidente de la Sociedad Civil Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente (SCPCMA), poco tiempo después del fallecimiento de su fundador, Rafael Rojas Hurtado de Mendoza, quien había sido animado por el Historiador de la Ciudad Eusebio Leal Spengler para dar vida a este proyecto.
Sin ver su sueño realizado, dejaba de existir Rojas Hurtado de Mendoza, principal animador de esta organización de carácter civil, que agrupa a personas naturales y jurídicas, nacionales y extranjeras, interesadas en la preservación rehabilitación, revitalización, manejo, desarrollo y promoción del patrimonio histórico, arquitectónico y cultural de La Habana, así como los temas vinculados con la comunidad y los de carácter ambiental en el territorio urbano.
Ardua sería la labor de este arquitecto, profesor y doctor para dar continuidad a tales empeños de la SCPCMA, justo en aquel mismo año cuando había recibido el grado de Caballero de la Orden del Mérito Nacional de Francia, de manos de la Sra. Marie-France Pagnier, embajadora del país europeo en Cuba, quien lo catalogó como «uno de los guardianes» de La Habana. Posteriormente, en 2006, del Castillo es declarado Huésped Distinguido de La Habana Vieja.
Al indagar sobre su desempeño, resalta que recién graduado, en 1962, Orestes del Castillo se vio frente a un aula. Y ya nunca abandonó la enseñanza. Sería profesor de Mérito de la Facultad de arquitectura del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría e impartiría cursos de pre y postgrado, maestría y doctorado, tanto en instituciones académicas de Cuba como de otros países.
En cierta ocasión se le preguntó su opinión sobre la formación académica en Cuba de los futuros arquitectos. Entonces opinó:
“La concepción curricular resulta muy buena. Las fallas aparecen en su materialización, pero este plan de estudios contempla aspectos que en otros lugares del mundo no son tan profundamente tratados. Además, en el extranjero he apreciado que los arquitectos no se preocupan tan intensamente de su trabajo profesional como los cubanos. En otras latitudes los he visto llegar a la obra y sin apearse del carro, bajar un poco la ventanilla y dar desde allí las indicaciones.
“Aquí hay muchos profesionales jóvenes que se toman la cosa muy en serio, tienen inmensas ganas de hacer. En ocasiones se les frena la creatividad y eso es algo que no puede frenarse, sobre todo a la juventud. Debe orientárseles, sí, pero dejar que desarrollen la imaginación. Es más fácil ajustar a las necesidades prácticas una imaginación desarrollada, que obtener de una mente adocenada soluciones de calidad.”
Junto con el fallecido profesor de profesores, doctor ingeniero Manuel Babé, Orestes del Castillo es coautor del libro de texto Proyecto de estructuras, el cual se utiliza en la enseñanza universitaria de la Arquitectura. También publicó otros libros y escribió decenas de artículos para revistas y boletines especializados. Tuvo destacada participación en congresos y seminarios nacionales e internacionales.
Miembro distinguido de la Cátedra de Arquitectura Vernácula Gonzalo de Cárdenas, realizó trabajo en el campo del diseño de estructuras, específicamente en la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, en el Caney de las Mercedes – Bartolomé Masó, provincia Granma–, y en otras obras de importancia e interés social. En unión de un grupo de profesionales cubanos, introdujo las mallas espaciales de acero, estructuras ligeras de gran porte que se utilizan para salvar espacios muy grandes.
Sobre los aportes cubanos al universo de las estructuras -tema en el cual descolló- opinó que hay un importante cúmulo de brillantes obras de ingeniería estructural desarrolladas en Cuba por profesionales nacionales que han alcanzado reconocimiento nacional e internacional, tanto en el aspecto teórico como en la actividad de la práctica constructiva.
En 2009, este doctor, arquitecto y profesor era, además, asesor de la Dirección de Arquitectura Patrimonial de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, miembro de la Sección Cubana del Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (CICOP) y de ICOMOS Cuba.
Para ser merecedor en 2005 del grado de Caballero de la Orden del Mérito Nacional de Francia, conferido a Orestes por el presidente de ese país a propuesta de la embajada gala en Cuba, mucho influyó su quehacer en el ámbito del Patrimonio, en particular el vínculo con la Oficina del Historiador de La Habana y su actividad académica.
Según expresó en 2009, el patrimonio arquitectónico es tratado con absoluto respeto. Como miembro de la Comisión Provincial de Monumentos, dijo, soy uno de sus defensores. Pero, precisó, vale aclarar que el respeto al patrimonio no significa repetir fórmulas. El arquitecto es responsable de dejar la huella de su tiempo, es su deber. Y junto al patrimonio se debe introducir arquitectura contemporánea; sin embargo, hay que saberlo hacer. Y, además, respetar el entorno, para lo cual existen regulaciones urbanísticas que permiten a ese profesional reinterpretar las riquezas patrimoniales existentes.
“Lo que está ocurriendo en el Centro Histórico de La Habana, no sólo tiene importancia arquitectónica y urbanística, su mayor significación es social. Se trata de que esa parte de la ciudad permanezca viva y conserve en su interior la mayor parte de los núcleos poblacionales. Casi la mitad de las viviendas está en pésimas condiciones, el propósito de la Oficina dirigida por Eusebio Leal es transformarlas en decorosos apartamentos, preservando a la vez la herencia, nuestra riqueza patrimonial. Y ya se va consiguiendo”, concluyó entonces.
Nacido el 15 de junio de 1935, falleció hace menos de un mes, en enero de 2024, el inolvidable presidente de la SCPCMA, Orestes del Castillo del Prado, a quien la Asamblea de afiliados, efectuada a principios de febrero, rindió tributo de recordación, por haber sido uno de sus primeros impulsores.
12, febrero, 2024