26 de julio fecha gloriosa de nuestra historia

  • Presidente venezolano asistirá a actos por el 26 de Julio en Cuba
  • Inauguran exposición dedicada a la gesta del Moncada
  • Palabras del presidente del Instituto de Historia de Cuba
  • Homenaje de la CTC a moncadistas y expedicionarios del Granma
  • Reabrió museo cubano que recuerda al 26 de julio de 1953
  • Nuevo libro sobre el asalto al Cuartel Moncada circulará próximamente en Cuba

Presidente venezolano asistirá a actos por el 26 de Julio en Cuba

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció hoy que viajará a Cuba para asistir el próximo 26 de julio a los actos conmemorativos por el aniversario 60 del Asalto al Cuartel Moncada.

Durante la inauguración de un Centro de Atención Especializada para Atletas en Maturín, estado de Monagas, el dignatario comunicó que participará en la celebración de ese hecho (acontecido en la oriental ciudad de Santiago de Cuba), que -apuntó- abrió la senda para el triunfo de la Revolución cubana.

El 26 de julio de 1953 más de un centenar de jóvenes dirigidos por Fidel Castro intentaron tomar la segunda fortaleza militar de Cuba en un intento por iniciar la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista.

En 1956 después de salir de la prisión a la que condenado tras el fallido intento, Fidel Castro regresó de México en el yate Granma para iniciar la lucha guerrillera que el 1 de enero de 1959 puso fin al régimen militar.

Maduro señaló que la victoria insurgente inició un nuevo ciclo de luchas por la independencia en este hemisferio.

El mandatario recordó que Cuba y Puerto Rico estuvieron en la agenda independentista de El Libertador, Simón Bolívar.
Por otra parte, Maduro mencionó que estuvo revisando proyectos de cooperación bilateral con el ministro cubano de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca; y con el embajador de la isla en Caracas, Rogelio Polanco.

Inauguran exposición dedicada a la gesta del Moncada 

Maylín Guerrero Ocaña

Una nota del revolucionario Raúl Gómez García donde informa a su madre que cayó preso, un dibujo del patio del Presidio Modelo realizado por el también revolucionario Israel Tápanes Vento, y fotografías de los jóvenes asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, forman parte de la exposición-documental “60 aniversario”, inaugurada en el Archivo Nacional de Cuba, en homenaje a los sucesos del 26 de Julio de 1953.

La muestra incluye además documentos originales, objetos pertenecientes a los asaltantes y otras imágenes relacionadas con esta gesta desde la propia creación del Movimiento, la preparación, los asaltos, los juicios, los crímenes cometidos por la tiranía batistiana y la etapa en presidio de los revolucionarios que sobrevivieron.

Durante el acto de inauguración celebrado este jueves 18 de julio, Antonio del Conde y Pontones, destacado colaborador de Fidel en México, donó a la biblioteca del Archivo Nacional el libro de su autoría “Memorias del dueño del yate Granma”. La ocasión fue propicia también para que, en nombre de todos los archivistas, le fuera entregado al embajador de Venezuela en Cuba, Edgardo Ramírez, una imagen de Martí realizada por el caricaturista Massaguer.

En esta exposición se unieron por primera vez prestigiosas instituciones dedicadas a difundir el patrimonio que tan celosamente conservan, entre ellos el Museo de la Revolución, el Instituto de Historia de Cuba, la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, y el propio Archivo Nacional.

La muestra, que puede ser apreciada en esta sede durante los meses de julio y agosto, contó además con la participación de Alejandro Ferrá, asaltante al cuartel Moncada; Eugenio Suárez, director de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado; Roberto Pérez, presidente de la Unión de Historiadores de Cuba; René González, presidente del Instituto de Historia de Cuba; Martha Ferriol, directora del Archivo Nacional y trabajadores de esas instituciones.

Palabras del presidente del Instituto de Historia de Cuba

Compañero Alejandro Ferrá Pellicer, destacado combatiente y asaltante al cuartel Moncada.
Compañero Antonio del Conde y Pontones, “El Cuate”, propietario del yate Granma y cabal revolucionario mexicano.
MsC Martha Ferriol Marchena, Directora del Archivo Nacional de Cuba.
Dr. Eugenio Suárez, Director de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado.

Compatriotas

Se acerca el 26 de julio, fecha gloriosa de nuestra historia, en que con regocijo y alegría, celebramos el Día de la Rebeldía Nacional. Sesenta años atrás, un grupo de jóvenes obreros, estudiantes, y campesinos, se lanzaron a asaltar el cielo, para traer a Cuba la ansiada independencia por la que habían luchado y caído varias generaciones de cubanos.

A la dolorosa frustración que significó para nuestro pueblo la intervención norteamericana en la guerra de independencia, arrebatándonos una victoria segura, se unió la no menos frustrante república de caricatura nacida el 20 de mayo de 1902,sujeta a la amenaza perenne de intervención militar norteamericana amparada en la Enmienda Platt. A ella se unía la humillante presencia de la Base Naval de Guantánamo –aún clavada en las entrañas de la isla–, y el deshonor que constituyó para Cuba la arbitraria injerencia de los procónsules y Jefes de la legación diplomática yanqui en La Habana, verdaderos amos y señores del poder.

Aquella saga de desgobiernos tuvo un muy breve respiro en el de los 100 días, atacado y desconocido por los Estados Unidos, y que terminara con la persecución y asesinato de su principal líder revolucionario: Antonio Guiteras.

Después, continuarían los desmanes, y la simulación. Un coronel Batista manchado de crímenes, y ya convertido en el hombre fuerte de los norteamericanos en Cuba, llegó a la Presidencia en medio de una compleja coyuntura política internacional y un desmedido y efectivo populismo. Le siguieron dos gobiernos autotitulados auténticos, que escudados en un supuesto culto a Martí, de cuyo pensamiento poco o nada habían captado, sumergieron al país en la época de mayor corrupción, gansterismo y crímenes políticos, que recordara hasta entonces la naciente república.

Cuando el pueblo se aglutinó ante la propuesta ortodoxa de vergüenza contra dinero, y cuando el pensamiento popular se movilizó como nunca antes en torno a la figura y el pensamiento preclaro de nuestro Héroe Nacional José Martí en el centenario de su natalicio, ante la inminencia de la victoria electoral, apareció el artero golpe de estado del desalmado y calculador general Fulgencio Batista.

Era el 10 de marzo de 1952. Nuevamente, el Apóstol conduciría la lucha. El Martí combativo que cada cubano concebía entonces, estaba presente en jóvenes estudiantes, trabajadores, campesinos y en cubanos de todas las generaciones. En su centenario, dio el grito de combate y aún después de muerto, como él mismo vaticinara una vez, fue útil. Su solo nombre inspiró la lucha y lanzó el desafío.

El 27 de enero de 1953, mil doscientos jóvenes, universitarios y de otras filiaciones revolucionarias, marcharían desde la escalinata de la Universidad de La Habana hasta la Fragua Martiana, llevando en sus manos emblemáticas antorchas y banderas cubanas. Entre aquellos jóvenes, marchaban los hermanos Fidel y Raúl Castro y muchos de los que meses después, imbuidos del espíritu martiano, los acompañaron a asaltar los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Renacido y omnipresente, Martí penetró la conciencia de toda una generación de jóvenes colmados de ideas y ávidos de justicia, como los pinos nuevos que le acompañaron a la Guerra Necesaria. Cada uno de los futuros combatientes, era consciente de la convicción martiana de que morir por la patria es vivir, y dispuestos a todo, lanzaron el reto, con pésimas armas y un arsenal de ideas, al ejército que sostenía la tiranía.

Tan peligroso debió resultarle a Batista y sus hombres el Apóstol, que cuando Fidel se preparaba en la prisión de Boniato para su autodefensa, se le prohibió el acceso a sus obras. En la primera vista del juicio oral contra los asaltantes del Moncada, Fidel, respondiendo a la pregunta de un letrado, dijo: “Nadie debe preocuparse de que lo acusen de ser el autor intelectual de la Revolución, porque el único autor intelectual del Moncada es José Martí, el Apóstol del nuestra independencia.”

En efecto, fue Martí, el incansable e irrefrenable combatiente, el inspirador de aquella generación, y de la Revolución fecundada con la sangre del Moncada.

En el ataque al cuartel santiaguero cayeron en combate seis jóvenes revolucionarios; el resto, quedó prisionero o herido. En pequeños grupos fueron sacados de la ciudad y asesinados. A las pocas horas, cuarenta y cinco de los prisioneros, eran cadáveres, diseminados a las afueras de la fortaleza, como caídos en combate. Sus cuerpos mostraban el ensayo en ellos de las más aberrantes torturas.

En la acción de Bayamo, durante el asalto al Cuartel Carlos Manuel de Céspedes, no hubo bajas entre los revolucionarios. Sin embargo, horas después aparecieron los cadáveres de diez de los que resultaron prisioneros.

Al día siguiente del asalto, Batista habló al país desde Columbia, en La Habana, y dijo que los asaltantes habían tenido treinta y tres muertos. Al finalizar la semana, eran más de ochenta. Contra toda lógica, fueron combates donde inexplicablemente, no hubo heridos.

El revés militar fue, sin embargo, una estratégica victoria política. A partir de entonces ya nada sería igual en la Isla. El 26 de julio fue una sacudida, un estremecimiento a la conciencia nacional. La lucha sería cruenta y tendría los más diversos escenarios.
 
Uno de ellos sería México, país donde Fidel encontró hombres como El Cuate, quien aquí nos acompaña, en el que depositó toda su confianza y jamás nos defraudó. Fue el hombre más buscado por los servicios de espionaje mexicanos y de la dictadura cubana, el portador de los más importantes secretos, pero fue leal con Cuba como los gloriosos mambises mexicanos del siglo XIX.

Lo mismo Alejandro Ferrá Pellicer, quien mantiene vivo en la calle Marqués González entre Neptuno y San Miguel, en Centro Habana, el más grande altar al Moncada que existe en la capital.

En ocasión tan sublime, el Instituto de Historia de Cuba, la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, y el Archivo Nacional de Cuba, con la colaboración del Museo de la Revolución, han decidido coordinar esta exposición documental con el título “60 Aniversario”, dedicada a la conmemoración de los asaltos a los cuarteles “Moncada” y “Carlos Manuel de Céspedes”. En ella, los documentos originales, fotos y objetos relacionados con esta gesta, reviven los acontecimientos y nos acercan a sus protagonistas.

Es por lo tanto, una oportunidad excepcional para rendir postrer tributo a la generación del centenario, y para ratificarles a Fidel y a Raúl, al Cuate y a Ferrá, que la revolución por la que ellos lucharon, se mantendrá viva mientras haya cubanos que le rindan culto.

Gracias a ustedes, por la obra y el ejemplo que nos legan.

Homenaje de la CTC a moncadistas y expedicionarios del Granma

Moncadistas y expedicionarios del Granma recibieron en la mañana de ayer el homenaje de la Central de Trabajadores de Cuba, en un encuentro con integrantes de la Comisión Organizadora del XX Congreso de la organización; encabezados por su presidente y vicepresidenta, Ulises Guilarte de Nacimiento y Carmen Rosa López Rodríguez, miembros del Comité Central y del Consejo de Estado, respectivamente.

Una representación de trabajadores de la sede de la CTC Nacional, les dio la bienvenida en el vestíbulo de la instalación, como parte de las actividades organizadas en reconocimiento a los asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en el aniversario 60 de la hazaña del 26 de Julio; y a quienes en 1956 decidieron ser libres o mártires y emprendieron el viaje Tuxpan-Las Coloradas a bordo del yate Granma.

Guilarte destacó el honor que representaba "la historia viva" reunida en el salón Blas Roca, por la elevada, rica y meritoria trayectoria revolucionaria de los combatientes; a quienes informó las particularidades del contexto en que tuvo lugar el agasajo, tomando en cuenta el proceso orgánico del XX Congreso de la Central sindical y las transformaciones en ejecución para perfeccionar el modelo económico cubano.

Con posterioridad, como acuerdo de la Comisión Organizadora del XX Congreso y en nombre de los casi tres millones y medio de afiliados a los 17 sindicatos nacionales, entre ellos 257 mil trabajadores no estatales y 148 mil jubilados, les fue conferido a 20 protagonistas de aquellas gestas el Sello Aniversario 70 de la CTC.

Reabrió museo cubano que recuerda al 26 de julio de 1953

BAYAMO.—Tras la mayor restauración en sus 35 años, hoy se reabrió al público el Parque-Museo Ñico López, que ocupa en esta ciudad oriental el sitio del cuartel Carlos Manuel de Céspedes, atacado el 26 de julio de 1953, simultáneamente con el "Moncada", de Santiago de Cuba.

Eddy Rodríguez, director de la institución patrimonial, destacó que los servicios del centro se reanudaron con el evento científico La Sangre Numerosa, el cual reunió a museólogos e historiadores de varias provincias.

Entre las novedades de la sala expositiva, situada en el antiguo club de oficiales del "Céspedes", está el moderno y atractivo sistema de paneles, montados ahora en el material plástico llamado policloruro de vinilo (PVC).

También se agregó una gigantografía de Antonio (Ñico) López, distinguido revolucionario que encabezó uno de los grupos de ataque en 1953, y estuvo entre los expedicionarios del yate Granma, en 1956.

Esta foto ampliada completa la sección dedicada a Ñico, en la cual, aparecen una tarjeta de felicitación a los padres, camisa y zapatos con agujeros en las suelas.

Inaugurada el 26 de julio de 1978, la sala posee objetos de asaltantes, como la filarmónica usada por Adalberto Ruanes en el viaje La Habana-Bayamo para aparentar que iba hacia las fiestas de carnaval de Santiago de Cuba.

Además, están el carné de identidad de Rolando San Román y de la Llana, la chaqueta militar de Andrés García, una hebilla de cinto de Mario Martínez Ararás, y la llana de Rafael Freyre en su labor como ayudante de albañilería.

La colección museográfica también tiene la cámara con la cual Rolando Avello fotografió los cadáveres de seis jóvenes asesinados tras el intento de tomar el cuartel; una maqueta de este recinto militar y un mapa de Bayamo con lugares donde fueron ayudados los sobrevivientes del asalto.
Iniciada en enero último, la restauración incluyó cambios de carpintería, redes hidrosanitarias y reparaciones en cubiertas, jardineras y muros exteriores.

Nuevo libro sobre el asalto al Cuartel Moncada circulará próximamente en Cuba

El libro, “El Moncada, la respuesta necesaria”, se trata de una versión ampliada y actualizada de otro texto, según su autor, doctor Mario Mencía Cobas.
 
“El Moncada, la respuesta necesaria” es el nuevo libro que circulará próximamente en Cuba en ocasión de los 60 años del asalto a la segunda fortaleza militar, protagonizado por jóvenes revolucionarios bajo el mando de Fidel Castro.

El autor del volumen, doctor Mario Mencía Cobas, Premio Nacional de Historia, informó a Prensa Latina que se trata de una versión ampliada y actualizada de otro texto, editado anteriormente, y estará a cargo de la Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado.

El historiador, ensayista y periodista  agregó que el libro será presentado en agosto venidero en México y particularmente en Tuxpan, puerto del que partieron hacia Cuba Fidel Castro y sus seguidores en los días finales de noviembre de 1956 para iniciar la insurrección.

Junto a “El grito del Moncada”, que vio la luz en 1986, esta publicación convierte a Mencía en uno de los más acuciosos investigadores de la gesta que tuvo lugar en esta ciudad el 26 de julio de 1953 y con la cual los jóvenes de la Generación del Centenario de José Martí revivieron su memoria.

Otro de sus títulos indispensables es “La prisión fecunda”, referido al tiempo de encarcelamiento sufrido por los asaltantes y convertido en tregua fértil para la estrategia revolucionaria que vendría después, con el enfrentamiento definitivo a la dictadura de Fulgencio Batista.
 
En el segundo tomo del libro “Guerrillero del tiempo”, acerca de la vida y trayectoria revolucionaria de Fidel Castro, él reconoce que el historiador “entendió y expresó muy bien” el significado de esas jornadas de encierro para el desenvolvimiento posterior de los hechos.