Nuevo convenio sobre cambio climático debe incluir financiamientos
Un nuevo convenio sobre cambio climático para que sea efectivo debe contemplar que los países en desarrollo reciban financiamiento de las naciones desarrolladas para mitigar la emisión de gases de invernadero, causantes del calentamiento global.
Esa es la opinión del Doctor en Ciencias Roberto Acosta, un amplio conocedor en Cuba de las cuestiones sobre el cambio climático, quien considera que el uso de ese monto económico podría ayudar a crear las condiciones necesarias para reducir la emisión de esos gases sin afectar el desarrollo de muchas naciones.
El actual Convenio Marco de Cambio Climático se firmó en la Conferencia de Medio Ambiente y Desarrollo de Río de Janeiro en 1992 y entró en vigor en 1995, con vistas a intentar que las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera no afecten la seguridad alimentaria y permitan un desarrollo sostenible.
Se trata de reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), además de tres gases industriales fluorados como los Hidrofluorocarbonos (HFC),Perfluorocarbonos (PFC) y Hexafluoruro de azufre (SF6).
Para tratar de limitar las emisiones de esos gases y así evitar las consecuencias negativas del cambio climático, la comunidad internacional firmó el referido convenio, del cual son parte 195 estados o gobiernos.
Acosta explicó a Prensa Latina que una de las bases de este convenio fue el principio de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas, pues todos los países no generaron la misma contaminación ni tampoco poseen iguales condiciones económicas y tecnológicas.
Ello significa que todo el mundo tiene que combatir el cambio climático, pero los países desarrollados, debido a que fueron los principales emisores de gases de efecto invernadero y los de mayores capacidades, deben hacer los aportes mayores.
Sobre esa base se estableció el Protocolo de Kyoto, aprobado en 1997, con la meta de que estos países en su conjunto redujeran en un cinco por ciento anual sus emisiones en el período 2008 a 2012, con respecto a lo que emitían en 1990.
Este tratado fue afectado grandemente por la decisión del gobierno de Estados Unidos, el país de mayores emisiones en el planeta, de no participar.
Entonces, en lugar de tener un cinco por ciento de reducción en las emisiones la cifra bajó a 3.8 por ciento, acotó Acosta durante un receso en las sesiones de la IX Convención Internacional sobre Medio Ambiente y Desarrollo en La Habana.
A pesar de ello, el Protocolo de Kyoto vinculó legalmente a los países desarrollados a reducir las emisiones, las cuales, no obstante, han sido incrementadas últimamente.
Si bien es verdad que algunos países en desarrollo alcanzaron niveles de crecimiento grandes en las emisiones, como China, India y Brasil, los países ricos tienen percápitas de emisión mucho mayores, pues la distribución de la riqueza en el mundo no es equitativa.
En ese contexto se trabaja para lograr un nuevo convenio, que mantenga el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, en el cual todos los países deben mitigar, o sea, evitar emisiones de cambio climático sin que se perjudique el desarrollo.
Al mismo tiempo las naciones desarrolladas deben reducir sus emisiones debido a los altos niveles que tienen, dijo Acosta.
A pesar de ello, agregó, las perspectivas del convenio son complicadas, pues el mundo no es ético ni equitativo, y muchos países defienden sus intereses por encima del interés global, como los que no participaron en el Protocolo de Kyoto, entre ellos Estados Unidos, y Canadá que se retiró.
Todas las naciones tienen un común denominador, pues saben que el cambio climático afectará su estabilidad y bienestar, y mantienen conversaciones para ver si se llega a un nuevo acuerdo climático, a ser aprobado en 2015 y entrar en vigor en 2020, precisó el especialista.
No es el resultado que cambiará las formas de vida ni de consumo, que es la causa fundamental del cambio climático, señaló Acosta, quien participó en varios eventos como autor principal de informes de evaluación del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Es un acuerdo de mínimo y no permitirá un cambio radical en estas cuestiones, pues seguirán los altos niveles de emisiones, acotó, aunque se pretende un nivel tal para que los daños que pronostica el IPCC serán menores.
Esperamos haya más conciencia en el mundo para lograr ese acuerdo en el año 2015, expresó.
Fuente: Prensa latina