Recuerda Cuba hoy el Día del Combatiente Clandestino

Palma Soriano- Los años de gestación revolucionara, en Cuba, fueron tiempos difíciles. En la zona montañosa de la Sierra Maestra, provincia Granma, se escuchaban los pasos firmes de hombres aquí con valor. En el llano se hacía todo cuanto era necesario para quebrantar a la tiranía. Las calles de esta isla, entonces, se convirtieron en el refugio de la lucha clandestina.

Cientos de jóvenes cubanos se dedicaron a recaudar fondos, poner petardos, recoger armas y alimentos. De este destino formaron parte: Ángel Amejeiras (Machaco), Rogelio Perea (Rogito), Pedro Gutiérrez y Norma Porras, protagonistas de una página de inolvidable heroísmo. Por su accionar quedaron señalados como una partida de revoltosos, razón suficiente para que la dictadura arremetiera fuego contra ellos.

En la madrugada del 8 de noviembre de 1958 estos cuatro jóvenes fueron sorprendidos en el apartamento número 5 del edificio Goicuría, esquina O´ Farril., en la Víbora, La Habana.

Los muchachos dormían con las armas como almohadas cuando proyectiles de ametralladoras y gases lacrimógenos, trocaron la quietud del sueño. Unas cinco horas y media duró el enfrentamiento hasta que los capturaron. Norma Porras, que estaba embarazada, fue la única sobreviviente del hecho. A Machaco, Rogito y a Pedro los asesinaron; sin embargo el informe forense resultó ser una clara acusación: “Causa directa: hemorragia, e indirecta: homicidio con arma de fuego”.

La masacre de Goicuría y O´ Farril se recuerda en el Día del Combatiente Clandestino. Hoy yacen las víctimas de la lucha clandestina pero se inmoló el espíritu de cada uno de estos hombres y mujeres en la obra de la Revolución. (Por: Dailín Sánchez Viamonte).

Fuente: CMKZ Radio Baraguá
08/11/2013