Una española enamorada de nuestra historia visita la Habana y sus archivos.

Por Mercedes García Rodríguez
Desde el año 1984 la incansable y entusiasta historiadora madrileña Inés Roldán de Montaud visita la Isla. Muchas veces ha dicho que La Habana como ciudad la atrapa y siente la necesidad de volver, también porque  los archivos y bibliotecas de la capital atesoran un volumen impresionante de información que son de hecho el complemento ideal para los fondos  coloniales conservados en España.

La Dra. Inés Roldán es investigadora del Centro Superior de Investigaciones Científicas de Madrid (CSIC-MADRID) y ha sido profesora por años de La Universidad de Alcalá de Henares. Su vasta experiencia como investigadora le ha permitido moverse  en diferentes líneas  de la historia socio económica cubana, que van desde la trata negrera  y los emancipados hasta los temas de la hacienda metropolitana en tiempos de  las guerras por la independencia en Cuba y Puerto Rico. Esta prolifera historiadora ha escrito gran cantidad de artículos sobre Cuba y varios libros. Sus artículos son excelentes y tocan temas puntuales y ausentes en nuestra historiografía, entre ellos podrían mencionarse por solo poner algunos ejemplos los siguientes:

  • El republicanismo español y el problema colonial del sexenio al 1998.
  • Efectos de la guerra colonial sobre la hacienda española.
  • España y Cuba. Cien años de relaciones financieras.
  • Guerra y finanzas en la crisis de fin de siglo. 1895-1900.
  • La hacienda en Cuba durante los 10 años de guerra.
  • La primera república en Cuba.

Y así otros tantos artículos especializados, junto a sus libros. Las obras de Inés Roldán ya son de obligada consulta para aquellos historiadores cubanos que quieran acercarse a los vínculos metrópoli- colonia, pero sobre todo a los problemas de banca y crédito en la segunda mitad del siglo XIX.

¿Cuáles consideras  como tus mayores aportes a la historiografía sobre Cuba?

Creo que mi mayor aporte es desarrollar el estudio de la relación metrópoli-colonia desde diferentes planos y conjugarlos entre sí. Esto me permitió reconstruir el espíritu de una época en que las pasiones y los odios estaban exacerbados. También pudiera considerarse un aporte mis resultados en la  línea de estudios sobre  las finanzas públicas y el funcionamiento de la hacienda, algo que muy pocas veces se ha tenido en cuenta en los estudios históricos y que me ha permitido mostrar cómo funcionó para Cuba y la importancia que tienen las finanzas en las políticas coloniales.  Como ves hay una importancia metodológica en lo que he hecho y me gustaría que los historiadores jóvenes se acercaran más a estas propuestas de investigación pues están en el centro mismo de toda la trama histórica colonial.

También considero que hay aportes informativos  importantes a partir de 1868. Los papeles  están deteriorados y muy viejos, pero he insistido y los archiveros me han ayudado mucho.

¿Qué planes tienes para el futuro, seguirás trabajando Cuba?

Si, de momento, si,  y creo que por tiempo indefinido seguiré investigando, enseñando y escribiendo sobre Cuba, su pueblo y su historia.  En la actualidad tengo dos proyectos en mente y solo me falta ponerlos en blanco y negro, como se dice popularmente acá. Estos proyectos son: el Ministerio de Ultramar desde sus Ministros. 1868-1899  y  la representación política antillana en la segunda mitad del siglo XIX.

Además tengo un sueño que quisiera realizar en ese futuro no lejano, por lo menos eso espero, y es poder abrir  con la colaboración de  algunos colegas cubanos,  una línea investigativa para el trabajo conjunto y de intercambios. El tema que me interesa desarrollar en ese futuro proyecto colectivo es el de los trasvases de capital desde Cuba a España, y  el trasvase que se da en la propia Isla, cuando pasan los  capitales criollos a manos española desde la segunda mitad del siglo XVIII, primero debido a  las deudas impagables por la refacción de zafras y después, por la política de embargos de bienes en tiempo de guerra. En fin, hay tanto que estudiar que parece que la vida es corta para desarrollar tantas ideas.