Manuel Sanguily y Garrite (1848-1925)

Nota a  cargo de: Jorge Renato Ibarra Guitart, Academia de Historia de Cuba.

Relevante político, escritor, militar y orador cubano. Licenciado en Derecho, obtuvo el grado de coronel en la guerra de independencia de 1868. Fue delegado a la convención constituyente de 1901 y durante los primeros años de la República ejerció como senador por la provincia de Matanzas, presidente del Senado y secretario de Estado.

Colaboró en varios periódicos, fué redactor de la Revista Cubana y fundó la revista Hojas Literarias (Habana, 1893-94) en la cual también se desempeñó como director. Como escritor, orador y periodista produjo una obra ensayística relevante en la que destacan: Discursos á la emigración cubana (New York, 1877); Los Caribes de las Islas, estudio crítico (Habana, 1884); Un insurrecto cubano en la Corte (Habana, 1888); El dualismo moral y político en Cuba, discurso (Habana, 1889); José de la Luz y Caballero, estudio crítico (Habana, 1890); El descubrimiento de América, conferencia (Habana, 1892); Céspedes y Martí, discurso (New York, 1895); Cuba y la furia española (New York, 1895); La Revolución de Cuba y las Repúblicas Americanas, discursos (New York, 1896); José Martí y la Revolución Cubana , discurso (New York, 1896); La anarquía española y el sacrificio de los cubanos, discurso (New York, 1896); Victoria de las Tunas - Bosquejo del asalto y toma de las Tunas de Bayamo en Agosto de 1897 ... (Nueva York, 1897), y Discurso pronunciado en la fiesta celebrada por el Ateneo de la Habana en honor del doctor Antonio Zambrana (Habana, 1907).

En atención a su obra como intelectual fue electo miembro fundador de la Academia de la Historia de Cuba. Refiriéndose a ese grupo selecto de historiadores que conformaron  aquella legendaria institución, el doctor Eduardo Torres Cuevas, presidente actual de la misma, señaló: “Nombres del calibre patriótico e intelectual de Manuel Sanguily, Enrique José Varona, Eusebio Hernández, Juan Gualberto Gómez, Fernando Ortiz, José Miró Argenter, Juan Miguel Dihigo, Enrique Collazo, Ramón Roa, Luis Montané, entre otras ilustres personalidades, dan la medida y el alcance con que nació nuestra Academia de la Historia”.

En su carrera política destacan su voto en contra del Tratado de Reciprocidad Comercial con los Estados Unidos y su voto a favor del Tratado anglo cubano de Comercio y Navegación. En las discusiones que se abrieron en el Senado de la República para determinar sobre la aprobación de ambos convenios sostuvo una intensa polémica con Antonio Sánchez de Bustamante. Sanguily favorecía el equilibrio comercial y la apertura internacional de Cuba, mientras que Bustamante era más apegado a los designios de Washington. En definitiva el Tratado de Reciprocidad de 1903 se aprobó en los mismos términos dictados por el senado estadounidense.  Sanguily denunció aquellas presiones cuando refirió: “Aquí se nos traza un círculo infranqueable: o todo el tratado, como quiera que éste sea, o ningún tratado”.

En cuanto al Tratado anglo cubano es relevante la defensa férrea que hiciera Sanguily a lo pactado con la Gran Bretaña. En las discusiones del Senado hubo de enfrentar a aquellos que temían por la reacción de los Estados Unidos, al respecto refirió: “Yo creo que positivamente en la política de los Estados Unidos está arraigado el propósito de acaparar, de dominar, en absoluto y exclusivamente, desde luego, todo el comercio de la Isla de Cuba; y creo también que por ese camino perderíamos indefectiblemente la independencia”.