Opiniones
Tomás de Jústiz del Valle, 1928
“La Academia de la Historia de Cuba”
“La importancia de la Academia de la Historia es cada día mayor, pues por los trabajos que han emprendido, por las publicaciones que ha dado a la luz, por los materiales que ha acumulado y sigue acumulando y por la competencia demostrada por sus miembros, en todas cuantas ocasiones los organismos gubernamentales lo han exigido, ha llegado a ser, lo que fue uno de los propósitos de su creación, o sea, el más alto centro consultivo del Gobierno cubano, en todo cuanto se refiere a asuntos de Historia Patria”.
Juan J. Remos, 1943
“Las Academias Nacionales”
Las Academias Nacionales son la genuina representación de la alta cultura. A ellas deben arribar, por severo sentido de depuración, los individuos más significativos de la vida intelectual del país, y su labor ha de tener un marcado espíritu de ponderación y responsabilidad, capaz de hacerla punto de referencia, doctrina que sienta la sabiduría, fuente indispensable en todo cuanto a su contenido toca.
José Manuel Pérez Cabrera, 1947
Palabras leídas a nombre de la AHC con motivo de la VIII Feria Cubana del Libro
… ha sabido dar a la publicidad, a pesar de sus moderadísimos y en ocasiones nulos recursos económicos, dos centenares de libros y folletos, con un costo de más de cien mil pesos y una difusión que excede los doscientos mil ejemplares.
José Manuel Pérez Cabrera
"Fundamentos de una Historia de la Historiografía Cubana"
El advenimiento de la República señala una nueva era en el desarrollo de los estudios históricos en Cuba, como lo ponen de manifiesto la fundación de la Academia de la Historia (1910), que, tres lustros más tarde, cobra nuevo vigor y renovado impulso e incorpora a sus filas prestigiosos jóvenes y valiosos investigadores, como Francisco González del Valle, Joaquín llaverías, Emilio Roig de Leuchsenring y Emeterio Santovenia.
Max Henríquez Ureña, 1979
"Panorama histórico de la literatura cubana"
La Academia de la Historia… ha rendido una labor que puede calificarse de útil y fecunda, no sólo por los múltiples trabajos de investigación que han llevado a cabo sus miembros en relación con los temas escogidos para sus discursos académicos, sino también por la publicación de obras importantes que permanecían inéditas, como el Centón Epistolario de Domingo del Monte, la Historia de la Isla y catedral de Cuba, por Pedro Agustín Morell de Santa Cruz, y otras más.